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Mujeres alianzadas construyen saberes feministas

El proyecto de Educación para la Ciudadanía Global de la Agencia Extremeña de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AEXCID) ejecutado por la Asociación de Mujeres Malvaluna: “Mujeres ALIANZADAS y saberes feministas como estrategia de cambio ante las crisis globales” ha finalizado tras cumplir sus objetivos en la sensibilización sobre los efectos de las crisis – sanitarias, económicas y políticas – en los derechos humanos de mujeres y niñas.

Como parte de sus acciones han resultado los siguientes productos que la Asociación de Mujeres Malvaluna ponen a disposición de las personas interesadas en informarse, analizar y colectivizar saberes desde los movimientos organizativos de mujeres.

Videos #SaberesFeministas: En la primera fase del proyecto se han realizado entrevistas a profundidad con organizaciones de mujeres para conocer su trabajo y experiencia frente a la pandemia del Covid-19 en Extremadura, Paraguay y Nicaragua. 

Mujeres alianzadas y saberes feministas (Diciembre 2021): Un manual que recoge la experiencia y los saberes de: Colectiva Las Malcriadas, Fundación Entre Mujeres, Fundación Mujeres, Asociación de Derechos Humanos de Extremadura, Mujeres en Zona de Conflicto, TEDIC, Las Ramonas, CONAMURI, Asociación Extremeña de Comunicación Social, Presencia Joven, Movimiento de Mujeres Migrantes de Extremadura, La Lupa y Charo Rabazo Sánchez. Ha sido coordinado por Marina del Barrio, Técnica de igualdad en Malvaluna y contiene ilustraciones de Mar Sánchez Piris. 

Formación on-line Ciudadanía Global Feminista: Una acción que se desarrolló mediante una metodología que priorizó el diálogo y  la reflexión mediante la facilitación de herramientas y materiales sobre el aporte del feminismo y las organizaciones en la defensa de derechos humanos, igualdad y bienestar social tanto a nivel regional como estatal e internacional.

Tribunales Internacionales de los Derechos de las Mujeres: Mujeres defensoras de derechos humanos de Paraguay, Nicaragua y España, alzaron sus voces frente a la responsabilidad de los estados en la protección de sus derechos humanos. En esta ocasión se han realizado en el Centro Internacional de Innovación Deportiva en el Medio Natural en Guijo de Granadilla, conocido como El Anillo, y el Complejo Cultural La Merced en Llerena.

Y para cerrar el proyecto se organizó una ponencia con la feminista, economista experta en cooperación internacional, Clara Murguialday Martínez en torno a la situación de los derechos de las mujeres frente a la crisis a nivel global. 

 

ALIANZADAS: Cinco años fortaleciendo alianzas entre mujeres del mundo

Con un análisis de la situación de los derechos de las mujeres frente a las crisis globales, la Asociación de Mujeres Malvaluna ha concluido cinco años del proyecto: ALIANZADAS que desde su origen en 2017 se planteó una estrategia de construcción de ciudadanía global por un mundo más igualitario entre hombres y mujeres.

El proyecto ha trabajado con organizaciones de mujeres de Paraguay, El Salvador, Marruecos, Nicaragua, Colombia y Bolivia en torno a conocer sus luchas en la demanda de sus derechos, así como la responsabilidad del Estado en materia de legislación en igualdad y contra la violencia machista.

La estrategia desde Malvaluna ha consistido en el desarrollo de procesos de formación que entre 2017 y 2018 se enfocaron en descifrar el marco jurídico de cada país en torno a los derechos de las mujeres. Mientras en los recientes tres años (2019, 2020, 2021) se ha promovido el ejercicio de una ciudadanía global desde nuestra Extremadura.

No conformes con solo conocer la legislación, el proyecto se planteó durante cinco años un ejercicio simbólico de fiscalización del Estado frente a su responsabilidad en garantizar el respeto de los derechos de las mujeres y una vida libre de violencia machista desde los Tribunales Internacionales de los Derechos de las Mujeres.

«Contribuir al empoderamiento colectivo de las mujeres e incorporar una visión feminista al tratamiento, prevención y erradicación de la violencia contra las mujeres«, es el objetivo que desde 2017 se alcanzó con este ejercicio que profundizó en las violencias machistas fruto de las desigualdades como vulneración de los derechos humanos de las mujeres.

Por ello, a lo largo de estos cinco años (2017, 2018, 2019, 2020, 2021) mujeres rurales de la región se han involucrado en los procesos formativos, y han sido partícipes al momento de dictar sentencia sobre el actuar de cada gobierno después que defensoras de derechos humanos brindara un informe sobre la situación de los derechos de las mujeres de cada país que formó parte de este proyecto que en su totalidad fueron declarados CULPABLES de violentar los derechos.

OFENSIVA GLOBAL CONTRA LOS DERECHOS DE LAS MUJERES

Un veredicto que se ratificó durante la actividad de cierre en el que la feminista, economista y experta en Cooperación Internacional, Clara Murguialday brindó una ponencia titulada: Los derechos de las mujeres en el marco de las crisis global, en la que cronológicamente identificó las amenazas pasadas, actuales y constantes en el tiempo para los derechos de las mujeres.

Murguialday, insiste que nos encontramos en un punto en el que se evidencia una «ofensiva global contra los derechos de las mujeres y los feminismos» desde grupos conservadores en contubernio con algunos gobiernos del mundo resultado de auge del movimiento feminista y la conquista de derechos para las mujeres.

La feminista con amplia trayectoria en el trabajo de cooperación con América Latina también resaltó que frente a estas crisis globales, incluyendo la pandemia que le hizo un ‘flaco favor’ al sistema patriarcal, «las organizaciones de mujeres  y las feministas resisten».

Pero también generan nuevos saberes como los incluidos en el manual: «Mujeres ALIANZADAS y saberes feministas» que se ha producido a partir de las experiencias y el trabajo de las mujeres organizadas en Extremadura (España), Nicaragua y Paraguay frente a la crisis sanitaria y políticas que se han desarrollado en los últimos años en sus países.

Y luego de cinco años recorridos, Malvaluna esta consciente de la necesidad y pertinencia de proyectos en que las mujeres del mundo se acuerpen en la defensa y demanda de sus derechos, por lo que solo cerramos una etapa, pero seguimos trabajando por la igualdad de mujeres y hombres.

El proyecto: ALIANZADAS ha sido financiado por la Agencia Extremeña de Cooperación Internacional al Desarrollo (AEXCID).

Defensoras alzan sus voces en Tribunal Internacional de los Derechos de las Mujeres

Mujeres defensoras de derechos humanos de Paraguay, Nicaragua y España, participarán este 12 y 13 de noviembre en el Tribunal Internacional de los Derechos de las Mujeres donde alzarán sus voces frente a la responsabilidad de los estados en la protección de sus derechos humanos.

El evento, organizado por la Asociación de Mujeres Malvaluna, tendrá como escenario el viernes 12 el Centro Internacional de Innovación Deportiva en el Medio Natural en Guijo de Granadilla – El Anillo – desde donde también habrá Streaming; y el sábado 13 en el Complejo Cultural La Merced de Llerena. El horario se ha establecido de 9:30 a 14 horas.

Una acción de empoderamiento colectivo

Gloria Angulo Sanchis, Coordinadora de Malvaluna, reconoce que el evento no solo visibiliza a las mujeres y sus luchas en la demanda de sus derechos sino también denunciar al sistema público que los obstaculiza.

“El objetivo es claro: visibilizar las vulneraciones de los derechos humanos de las mujeres y las niñas, así como denunciar al sistema público y judicial que en su interpretación y aplicación androcentrista de las leyes obstaculizan el disfrute de los derechos de igualdad”, explica.

El espacio se convierte, según Angulo Sanchis en un acto de “reparación simbólica” para las mujeres que han visto violentado sus derechos por lo que, a su vez, contribuye al empoderamiento colectivo de las mujeres quiénes participan activamente en el jurado popular que al final del evento, emite un veredicto en cuanto a las acciones de los estados.

Macky Pereira desde Paraguay, Maryórit Guevara desde Nicaragua y Marisa Tena en Extremadura – España serán las voces que contextualizarán a las y los participantes sobre lo que ocurre en los tres países frente a los derechos de las mujeres, en especial en un momento post pandemia que ha reafirmado que la violencia machista sigue siendo la vulneración más repetitiva en los cuerpos y vidas de las mujeres del mundo.

Malvaluna acerca la acción a las zonas rurales

Los Tribunales Internacionales de los Derechos de las Mujeres es una acción del proyecto Mujeres ALIANZADAS y saberes feministas como estrategias de cambio ante las crisis globales de la Agencia Extremeña de Cooperación Internacional al Desarrollo (AEXCID), que en 2021 Malvaluna los acerca a las zonas rurales de Extremadura.

El objetivo no solo persigue fomentar el turismo rural sostenible y la defensa del patrimonio artístico cultural en Extremadura sino también “acercar las iniciativas de nuestra entidad a las zonas rurales” con las que Malvaluna trabaja en diferentes proyectos.

Acción comunitaria: El papel de las mujeres rurales frente al covid-19

Hoy se conmemora el Día Internacional de las Mujeres Rurales, y desde la Asociación de Mujeres Malvaluna y el proyecto:  “Mujeres ALIANZADAS y saberes feministas como estrategia de cambio ante las crisis globales” financiado por la Agencia Extremeña de Cooperación Internacional al Desarrollo (AEXCID), queremos compartir precisamente esos ‘saberes’ puestos en practica durante la pandemia de coronavirus.

Cristian Merlo desde Fundación Entre Mujeres (FEM) en Nicaragua, se refiere propiamente a la pandemia y como desde las organizaciones de mujeres campesinas ha supuesto una validación de los programas en los que han estado trabajando con un enfoque feminista de empoderamiento integral.

«Hemos ratificado que esta propuesta sigue siendo valida y todavía más en estos tiempos, lo que hacemos con la semilla, los mercados locales, la producción de alimentos sanos, el rescate de la semilla criolla, el acompañamiento de las defensoras comunitarias, defensoras agroecológicas con las cooperativas, dando valor agregado a los productos, con los reservorios hemos ratificado que esta propuesta es validad en tiempos de crisis y cuando no hay crisis«, explica Merlo.

Relata que durante los meses críticos de la pandemia a nivel mundial, en mayo 2020, mientras muchas familias en las zonas urbanas padecían de hambre frente al encarecimiento de la vida, en las zonas rurales contaban con productos producidos por las mujeres en sus parcelas, así como la generación de ingresos con la producción de jabones, vino de rosa de Jamaica, miel y aceite de girasol.

«El camino es la agroecología, desde la producción sana, los mercados locales, para hacerle frente y depender menos de la economía de afuera. Las mujeres estamos en otra situación con los emprendimientos gallinas, huertos ferias hemos generado ingresos. Estar organizadas ha servido de contención», indica Merlo que a su vez considera que este trabajo de la tierra para las mujeres, en medio de la pandemia, también les ha permitido «estar ocupadas – fuera de casa donde nos recluyó la pandemia – y en otras cosas ha servido mucho para no estar preocupadas y estresadas». 

CONAMURI también apuesta por lo comunitario

En este Día Internacional de las Mujeres Rurales, que tiene como objetivo el reconocimiento al papel decisivo de las mujeres en el desarrollo, la seguridad alimentaria y la erradicación de la pobreza, también compartimos la experiencia de CONAMURI –  Coordinadora Nacional de Organización de Mujeres Trabajadoras, Rurales e Indígenas  – de Paraguay que durante la pandemia se organizaron para preparar ‘ollas comunitarias’ y paliar la escasez de alimentos utilizando aquellos productos que ellas produjeron. 

«Nosotras entendemos que este virus vino y vino para quedarse en nuestras vidas, y nuestra apuesta en este momento que no podemos salir en este momento es hacer una resistencia productiva de la agricultura convencional a la agricultura ecológica, y las mujeres tenemos muchísimo que aportar por el propio rol que el patriarcado nos otorgó del cuidado, es ahí donde seguimos apostando», comenta.

En medio de la pandemia para las mujeres rurales de Paraguay, también ha sido una dificultad el acceso a recursos, lo cual plantea un reto tomando en cuenta que como organización y mujeres necesitan de fondos para poder trabajar en la defensa de sus derechos sin embargo, no ha sido una limitante para seguir haciendo el trabajo que por años han liderado.

Las mujeres de CONAMURI optaron por construir un espacio propio para luchar por sus reivindicaciones, donde además analizan el impacto de los ejes de desigualdad género, clase y etnia que se entrecruzan en ellas. 

*Fotos tomadas de INTERNET.

Malvaluna anuncia inscripciones para formación con enfoque feminista

La Asociación de Mujeres Malvaluna ha abierto la inscripción para la formación online: Ciudadanía Global Feminista como parte de las acciones del proyecto ‘Mujeres ALIANZADAS y saberes feministas como estrategias de cambio ante las crisis globales’ financiado por la Agencia Extremeña de Cooperación Internacional del Desarrollo (AEXCID).

El proceso formativo consta de 60 horas y es gratuito, pero hay un límite de plazas por lo que las personas interesadas deberán inscribirse en el siguiente enlace: https://bit.ly/FormacionALIANZADAS desde el 27 de septiembre hasta el 8 de octubre de 2021. El curso dará por iniciado el 13 de octubre. 

«Vamos a trabajar en torno a los derechos humanos de las mujeres adultas, jóvenes y niñas tales como una vida libre de violencia; derechos sexuales y reproductivos; acceso a la educación; participación social y política, entre otros. Vamos a conocer todo en materia de legislación nacional e internacional y un apartado práctico de estrategias y saberes feministas ante las violaciones de los Derechos Humanos de las mujeres», explica Marina del Barrio, agente de igualdad de Malvaluna.

La acción es una de las piezas de un proyecto que reconoce y evidencia los saberes de las mujeres organizadas desde el feminismo frente a las diferentes crisis, en especial a la pandemia del coronavirus (covid-19) que ha trastocado la vida y las rutinas diarias de las mujeres y las organizaciones que pese a esto no han dejado de trabajar.

Metodología sobre diálogo y reflexión

«La metodología combinará procesos de diálogo y reflexión con momentos de trabajo práctico de facilitación de herramientas y materiales para el análisis comprensivo de los aportes que el feminismo y en concreto, las organizaciones feministas realizan en materia de defensa de derechos humanos, igualdad y bienestar social tanto a nivel regional como estatal e internacional», explica Marina, quien como parte de este proyecto ha mapeado el trabajo de organizaciones de Extremadura, Paraguay y Nicaragua

La formación promete grandes aprendizajes entorno al análisis feminista entre las organizaciones, y el trabajo en red y las dinámicas de apoyo mutuo que se retroalimentarán con las experiencias personales y grupales de los colectivos participantes. 

«El enfoque participativo, interseccional y de corresponsabilidad será una constante de trabajo, promoviendo la implicación de las personas participantes y así asegurar respuestas específicas a sus necesidades», concreta Marina del Barrio quien nos adelanta que para noviembre el proyecto ALIZANDAS organiza el Tribunal Internacional de los Derechos de las Mujeres que este año contará con dos ediciones en Extremadura.

En Paraguay, las mujeres sostienen a las comunidades frente a la pandemia

«Otra vez las mujeres terminaron estando al frente», dice Mirta Moragas del Consultorio Jurídico Feminista de la organización, Las Ramonas en Paraguay. Un comentario entre la resignación y el reconocimiento frente al trabajo que las mujeres han liderado en medio de la pandemia del coronavirus en uno de los países que, en 2020, logró tener la tasa más baja (2 muertos por millón de habitantes) de fallecidos en Sudamérica.

«Y esto es muy fuerte porque las mujeres salvaron del hambre a un montón de gente en los espacios comunitarios. Yo diría que si vos me preguntas sobre la estrategia de las mujeres en las crisis; para mí son las ollas populares, pero en general hubo una reinvención muy fuerte», comenta.

Las ollas populares se refiere a una acción comunitaria liderada por mujeres que organizan una ‘comida colectiva’ utilizando productos de la zona cosechados con sus propias manos, o bien con alimentos donados para alimentar a los habitantes de la comunidad. Esta práctica resurgió a raíz de la pandemia de coronavirus en zonas empobrecidas del país, en las que se organizaron más de 200 ollas populares.

La acción para Perla Álvarez de la Coordinadora Nacional de Organización de Mujeres Trabajadoras, Rurales e Indígenas (CONAMURI) «reivindica el derecho a la alimentación y la vida digna» frente a una situación crítica de alimentación que afecta un 11,4 por ciento de niños y niñas menores de 5 años con desnutrición crónica y con el 11 por ciento de la población que se encuentra subalimentada.

Tras confirmarse los primeros casos de coronavirus en marzo de 2020, el gobierno rápidamente suspendió las clases escolares, restringió eventos públicos y privados, y declaró un toque de queda nocturno. Teniendo Paraguay una de las cuarentenas más estrictas de la región.

La resistencia desde lo digital

«Nosotras entendemos que el virus vino para quedarse, y estamos en un proceso de aprendizaje. Aunque nunca va a remplazar la virtualidad a lo presencialidad, pero mientras estamos en esta situación nuestra apuesta es hacer resistencia», comenta Perla que desde Conamuri han modificado sus acciones formativas y educativas con mujeres campesinas, lo que ha significado un desafío. 

En medio de la cuarentena para mantener la comunicación con las mujeres compraron 10 smartphone, crearon seis grupos de WhatsApp con un límite de 20 compañeras por grupo, y recargaron semanalmente con saldo cada equipo que facilitó la participación en los talleres.

«Ha sido una experiencia maravillosa de estar con una persona mayor haciendo uso de un smartphone y que una niña de 15 años le enseñara. La experiencia ha sido maravillosa de hablar de temas políticos que nos convocan a las mujeres utilizando lo digital«, explica.

Jóvenes también resisten la pandemia

Ana Villasboa de Presencia Joven comenta «lo frustrante» que significó, en su momento, ajustarse a la cuarentena y el aislamiento frente a la pandemia que provocó una ‘reestructuración y ajuste’ del trabajo en colectivo, pero también el poder hacer un alto para analizar los ‘sentires’.

«Fuera y dentro de la organización trabajamos el automotivarnos, el poder mantener las buenas vibras y positivos fue importante porque nos agarraba la desesperación y la preocupación y crisis en casa y fuera de casa, y entonces fue un trabajo en colectivo para mantenernos fuertes a pesar de modificar toda nuestra forma de trabajo, y además tiene que ver con lo personal por mantenernos fuertes en nuestros propios planes de vida», rememora. 

El colectivo que trabaja derechos sexuales y reproductivos centró sus intervenciones en lo digital, lo que significó una nueva amenaza por parte de grupos antiderechos y que promueven el odio sin embargo, lejos de amedrentarlas significó un impulso para continuar trabajando «sin confrontar y manifestar nuestra postura».

Las Ramonas, Conamuri y Presencia Joven han compartido su visión y análisis como insumo para el Manual de Prácticas y Estrategias Feministas ante las Crisis Globales que diseña la Asociación de Mujeres Malvaluna como parte del proyecto “Mujeres ALIANZADAS y saberes feministas como estrategia de cambio ante las crisis globales” financiado por la Agencia Extremeña de Cooperación Internacional al Desarrollo (Aexcid). 

Frente a – las crisis – las mujeres en Nicaragua resisten en la defensa de sus derechos

Nicaragua tiene cuatro años sumergida en una crisis de derechos humanos resultado de la política represiva de Daniel Ortega y Rosario Murillo, presidente y vicepresidenta que, en noviembre de 2021, por cuarta ocasión consecutiva se presentan como candidatos a unas elecciones generales altamente ‘cuestionadas’. 

Una realidad que las mujeres organizadas han denunciado en diferentes espacios, y por la que también han sido víctimas directas de la ola represiva que mantiene a 10 mujeres como presas políticas; ha clausurado organizaciones; expropiado oficinas y mantiene bajo hostigamiento a muchas de las que aun viven en Nicaragua, pues otras han salido para preservar su vida.

«Nicaragua es un ejemplo perfecto de la permanente crisis en que vive el mundo, en especial los países del Sur Global. La pandemia solo ha venido a dejar en evidencia todas esas carencias y desigualdades«, dice Maryórit Guevara, directora del medio digital www.lalupa.press.  A lo que una colaboradora de la revista feminista ‘Las Malcriadas‘ desde el anonimato agrega: «es una crisis que en Centroamérica se ha agudizado», y que además «tiene que ver con la variabilidad climática que nosotras como campesinas vivimos en nuestra producción de alimentos», expresa Cristian Merlo de Fundación Entre Mujeres.

Tres colectivos que resisten en la defensa de los derechos de las mujeres, y que han compartido sus experiencias como parte del proyecto “Mujeres ALIANZADAS y saberes feministas como estrategia de cambio ante las crisis globales” financiado por la Agencia Extremeña de Cooperación Internacional al Desarrollo (Aexcid), y ejecutado por la Asociación de Mujeres Malvaluna.

Un territorio de conflictos

Las Malcriadas desde algún rincón de Nicaragua, sin específicar por seguridad ante la persecución contra las defensoras de derechos comentan que «las crisis» han incrementado la violencia machista. Aunque en Nicaragua nunca se decretaron medidas paliativas frente a la pandemia como el confinamiento, la situación de alarma y la ausencia de un Estado de Derecho ha elevado el silencio y la impunidad.

«No hay ninguna medida. Lo que se ha hecho es desde la sociedad civil organizada y las mujeres que hemos estado nombrando esta violencia… no hay alianza entre Estado y protección de las mujeres, y las violencias que viven las mujeres es dentro de las familias. Tampoco están acudiendo a poner denuncia porque no creen en el sistema», comenta la activista.

Una realidad que los medios de comunicación calificados como independientes han evidenciado en sus sitios web puesto que según comenta Guevara, son temas nulos en la agenda de medios oficialistas por lo que se hace necesaria plataformas informativas y de sensibilización sobre ciertas temáticas que afectan los cuerpos y las vidas de las mujeres.

«Hacer La Lupa es lo más feminista que hemos hecho en tiempos de crisis porque además ha supuesto hacer periodismo crítico con perspectiva de género en Nicaragua. Nosotras nos acuerpamos no solo como periodistas sino como mujeres comprometidas en la defensa de nuestros derechos. Y ofrecemos un espacio para que otras mujeres eleven su voz y denuncien», explica la periodistas de La Lupa.

Nuestros saberes feministas

Desde Fundación Entre Mujeres (FEM), Cristian Merlo se refiere propiamente a la pandemia y como desde las organizaciones de mujeres campesinas ha supuesto una validación de los programas en los que han estado trabajando con un enfoque feminista de empoderamiento integral.

«Hemos ratificado que esta propuesta sigue siendo valida y todavía más en estos tiempos, lo que hacemos con la semilla, los mercados locales, la producción de alimentos sanos, el rescate de la semilla criolla, el acompañamiento de las defensoras comunitarias, defensoras agroecológicas con las cooperativas, dando valor agregado a los productos, con los reservorios hemos ratificado que esta propuesta es validad en tiempos de crisis y cuando no hay crisis«, explica Merlo.

Los tres colectivos se ubican en distintos puntos de Nicaragua con enfoques y estrategias diferentes, pero con el mismo objetivo de empoderar en sus derechos a las mujeres en un contexto adverso frente a la pandemia y un Estado autoritario.

En tiempos de pandemia, las mujeres extremeñas construyen redes de solidaridad

El mundo se sumió en una nueva crisis durante 2020: la pandemia del coronavirus ha supuesto la pérdida de miles de vidas alrededor del mundo. Extremadura no ha sido la excepción a esta suma de crisis que ha trastocado los cuerpos y vidas de las mujeres.

«La crisis sanitaria es paralela a un montón de crisis más», dice Lidia Rodríguez Carrascal de la organización extremeña, Mujeres en Zonas de Conflicto. Además, «se ha puesto en evidencia una crisis de cuidados», argumenta Ana Valverde Chorén de Fundación Mujeres con relación a una crisis que supuso una sobrecarga de trabajo para las mujeres «tratando de conciliar lo inconciliable con la crianza de menores que no solo requerían comida, lavado sino también que las madres se convirtieran en profesoras de colegio, extraescolares, artísticas, animadoras». Situación que ha dejado en evidencia que las tareas de los cuidados han sido «infravalorados y  feminizados», dice Sandra Parra Carrasco de la Asociación de Derechos Humanos de Extremadura (Adhex).

Comparten su visión y análisis como insumo para el Manual de Prácticas y Estrategias Feministas ante las Crisis Globales que diseña la Asociación de Mujeres Malvaluna como parte del proyecto “Mujeres ALIANZADAS y saberes feministas como estrategia de cambio ante las crisis globales” financiado por la Agencia Extremeña de Cooperación Internacional al Desarrollo (Aexcid). 

Un modelo al que no llegamos

Estas crisis, este desequilibrio en el reparto de los recursos a nivel global, evidenciado con la pandemia del coronavirus,  provoca un cuestionamiento a un «modelo de desarrollo» que deja de un lado a las personas, que provoca efectos negativos en la vida de las mujeres que desde un enfoque interseccional marcará las desigualdades. 

«La crisis ha venido a señalar muchas cosas, pero que evidentemente es una crisis económica de la pandemia que afecta mucho más a las mujeres y se ha puesto en relevancia esta crisis de cuidados y todo el aporte de las mujeres para la sostenibilidad de la vida y el desarrollo de otros microsistemas», explica Gloria Vázquez Ibarra de Mujeres en Zonas de Conflicto. 

«El tema del acceso y control de los recursos – nunca los hemos tenido – en crisis sanitaria como se ven nuestros cuerpos; el trabajo formal de las mujeres en lugares con alto índice de paro; el trabajo formal se ha visto eliminado en tiempos de pandemia; se ven limitadas a acceder a recursos económicos y esto tiene efecto en las personas que dependen de ella, las mujeres sostenemos mucho a base de mucho latigazo», reclama Lidia Rodríguez Carrascal.

La importancia de la colectividad

Frente a esta realidad las organizaciones apuestan por la construcción de redes de solidaridad desde la colectividad «centrada en los procesos» más que en los «resultados», un modelo sostenible respetuoso de los tiempos que ubique la vida en el centro desde el autocuido y el cuestionamiento del actual modelo capitalista y patriarcal y sus efectos en la vida y los cuerpos de las mujeres.

La psicóloga feminista, Charo Rabazo Sánchez plantea que pasa por tres niveles: personal, relacional y social en los que lo más importante es poner las cosas en su lugar: «El miedo en su lugar. La información en su lugar. El autoconocimiento para el cambio desde el cuerpo. La segunda los vínculos amorosos y el tercer gran área que tiene que ver con los duelos y crisis de la vida cotidiana».

Esas redes de solidaridad que desde el feminismo pasan por la individualidad hasta convertirse en colectividad «cuanto nos permitimos pedir ayuda, y se están creando esos nuevos modelos bonito y transgresivo, creamos nuevas figuras familiares, rompiendo patrones. Estamos legitimando que queremos hacer las cosas de otra manera», concluye Lidia Rodríguez Carrascal mientras aboga que esto pasa en la medida en que no se despoja de las «gafas violetas». 

Referentas, la exposición itinerante de Malvaluna

¿Quién era María Telo o Matilde Landa?, ¿Cuáles fueron sus luchas?, ¿Sus reivindicaciones?, ¿Su pensamiento? Son algunas de las preguntas a las que la exposición: ReferentAs ¡Porque fueron somos, porque somos serán! ofrece respuestas.

Además de incluir, la historia de mujeres del sur global como la joven belga-nicaragüense, Amaya Coppens perseguida política por su oposición al gobierno de Daniel Ortega, o bien Macky Pereira activista paraguaya que resiste frente a la precarización que el sistema capitalista le ofrece a la juventud.

Cuatro de, al menos, 32 biografías de mujeres pioneras, lideresas, activistas y defensoras de derechos humanos que han trascendido dejándonos un legado de lucha como Magaly Quintana, la nicaragüense, que hasta sus últimos días luchó contra la impunidad frente a los femicidios o la poeta, Carolina Coronado, extremeña, rebelde con causa, disidente de la esclavitud y férrea critica de la marginación de la mujer.

MUJERES QUE INSPIRAN

¡Inspiradoras! Cada historia, cada vida de aquellas que nos precedieron, y que nos heredaron su valor para continuar luchando por la igualdad de las mujeres y hombres, y es por eso que Malvaluna les rinde homenaje en esta exposición que ha puesto a disposición de la sociedad. 

«Las feministas más jóvenes nos nutrimos y aprendemos de la lucha de las mujeres que nos precedieron. Su fuerza, su determinación, su valentía«, confiesa Marina del Barrio, Técnica de Igualdad de Malvaluna, quién aspira que mujeres – feministas o no – y la sociedad extremeña en general conozca esta historia que no ha sido reconocida.

«En nuestra historia, esa que han pretendido borrar, sus cuestionamientos al sistema establecido ha permitido vindicar nuestros derechos«, reconoce. Y es que entre la exposición se puede profundizar sobre las luchas personales que se colectivizaron hasta convertirse en derechos reconocidos para las mujeres.

Mujeres que en su época fueron rebeldes, que incomodaron y que transformaron nuestra realidad. 

La exposición es una acción del proyecto Mujeres y Niñas Alianzadas por la defensa de los derechos humanos universales, un proyecto de Educación para la Ciudadanía Global de la Agencia Extremeña de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AEXCID) que está siendo ejecutado por la Asociación de Mujeres Malvaluna y que en esta actividad cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de Mérida.

NOTA: La exposición esta disponible para ser presentada en los sitios que lo soliciten. Para hacer la solicitud puede escribir a: asociacionmalvaluna@gmail.com o bien comunicarse al número de teléfono: 651886000

17.MARZO.2021|TRIBUNAL INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS DE LAS MUJERES

Una condena de responsabilidad de los gobiernos de España, Paraguay y Nicaragua fue la sentencia que emitió el Tribunal Internacional de los Derechos de las Mujeres, constituido en Mérida, Extremadura como un evento un evento que ofrece una “reparación simbólica” a las víctimas.

«A los Estados de Nicaragua y Paraguay, RESPONSABLES por no garantizar el ejercicio de los derechos de las mujeres«, pronunció María José Gallego, presidenta del Tribunal, que también declaró «responsable a la estructura judicial española por aplicar una justicia patriarcal que impide el pleno ejercicio de los derechos humanos».

Además instó a «todos los países firmantes de la Declaración de Pekín de 1995 al cumplimiento de sus acuerdos».

TESTIMONIOS DE DENUNCIA

La sentencia se emitió sobre la base del testimonio que emitieron las activistas y defensoras de derechos de las mujeres: Edith Espínola de Paraguay; Yerling Aguilera de Nicaragua y Marisa Tena de Extremadura, quienes durante 45 minutos y después de un periodo de contra pregunta de un jurado conformado por mujeres activistas, informaron sobre las diferentes violaciones a los derechos de las mujeres.

Espínola, en el caso de Paraguay, se refirió a la constante violación y vulneración de los derechos de las niñas explotadas como mano de obra barata, así como la nula protección del bien superior de la infancia frente a las violencias sexuales.

Aguilera, expresó que en Nicaragua existe un panorama de involución con respecto a los derechos de las mujeres y la ciudadanía en general frente a lo que denuncio como «una dictadura» señalada de cometer crímenes de lesa humanidad.

Mientras, Marisa Tena señaló al Estado de España de vulnerar los derechos de las mujeres y la niñez al aplicar la norma contaminada de estereotipos de género provocando inseguridad jurídica e injusticia social

LA REPARACIÓN SIMBÓLICA

En palabras de Marina del Barrios, Agente de Igualdad de Malvaluna, el evento ofreció una reparación simbólica para las mujeres que han sido víctima de violación a sus derechos, así como visibilizar y ubicar en la agenda mediática la situación que se vive tanto en España como en otros países del mundo.

El evento financiado por la Agencia Extremeña de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aexcid) contó con la presencia de su director, Ángel Calle quien además de reconocer el trabajo de Malvaluna, cuando cumple 30 años de activismo de trabajo comprometido por la igualdad, se comprometió a ser un puente en la defensa de los derechos de las mujeres.

«Tenemos la fijación de conseguir una política de cooperación que tenga la insignia de identidad: el feminismo como bandera», 

El evento también contó con la presencia de Ana Aragoneses Lillo, Concejal Delegada de Igualdad del Ayuntamiento de Mérida e Isabel Gil Rosiña, Consejera de Igualdad y Portavocía de la Junta de Extremadura.