La violencia contra las mujeres es definida por las Naciones Unidas como “todo acto de violencia de género que resulte, o pueda tener como resultado un daño físico, sexual o psicológico para la mujer, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la privada”.
Sin embargo, esta definición se nos queda corta, Las formas de violentar a una mujer no se manifiestan únicamente a través del daño físico, psicológico y sexual, sino que también debemos contemplar otros tipos de violencia como la económica, la patrimonial, la obstétrica o la simbólica.
Desde las organizaciones feministas preferimos utilizar el término “violencias machistas” el cual desde Ley 5/2008, de 24 de abril, del derecho de las mujeres a erradicar la violencia machista de la Comunidad Autónoma de Cataluña es definido como “la violencia que se ejerce contra las mujeres como manifestación de la discriminación y la situación de desigualdad en el marco de un sistema de relaciones de poder de los hombres sobre las mujeres y que, producida por medios físicos, económicos o psicológicos, incluidas las amenazas, intimidaciones y coacciones, tenga como resultado un daño o padecimiento físico, sexual o psicológico, tanto si se produce en el ámbito público como en el privado”
El derecho de toda mujer a vivir una vida sin violencia, de forma libre y en igualdad de condiciones debería ser un derecho universal, sin embargo, nos topamos con una violación sistémica y sistemática de dicho derecho humano.
La violencia contra las mujeres es un indicador clave en el análisis de la igualdad de género. Mientras sigamos teniendo sociedades feminicidas seguiremos viviendo en sociedades patriarcales, misóginas y poco democráticas.
La protección y erradicación de toda forma de violencia contra la mujer, no pasa únicamente por alcanzar marcos legislativos, sino que debemos conseguir un verdadero impacto en la sociedad, las leyes únicamente son el principio, se necesita voluntad política y compromiso institucional, social y personal. Para ello, es necesario que los Estados apuesten por presupuestos específicos, creación de recursos y apoyo a las entidades y organizaciones sociales feministas que trabajan en sensibilización, intervención e incidencia contra las violencias machistas.
Las defensoras de una vida libre de violencia, han alzado sus voces contra esta violación de derechos humanos de las mujeres convirtiendo este asunto en un tema de debate social y político, haciendo incidencia tanto en las propias mujeres como en las sociedades en su conjunto.
Mujeres y niñas ALIANZADAS por la defensa de los Derechos Humanos Universales, es un proyecto de la Agencia Extremeña de Cooperación Internacional al Desarrollo ejecutado por la Asociación de Mujeres Malvaluna
Marina del Barrio Rodríguez
Técnica de Igualdad y EPCG
Asociación de Mujeres Malvaluna
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